XXI Encuentro de Clubes de Lectura de la provincia de Toledo
CRÓNICA DE NUESTRO ENCUENTRO ANUAL
Hace tan sólo unos días anunciábamos el XXI Encuentro de Clubes de Lectura de la provincia de Toledo, y hace apenas unas horas que ya ha quedado atrás y empieza a formar parte del recuerdo...
Varias cosas que comentar: la elección de la autora -María Dueñas-, todo un acierto. Una mujer entrañable, cercana, agradecida, simpática, amable, y con un discurso relajado, preparado, orientador de su obra... Para ella puede haber sido una manifestación de su reconocimiento como escritora verse rodeada de seiscientas lectoras (con algún que otro lector), pero para nosotros -lectoras y lectores-, ha sido toda una experiencia escucharla, apreciar como se esforzaba por compartir el germen de la creación de su última novela, "Las hijas del Capitán", y sentir cómo lo había conseguido. Sólo podemos agradecerle su generosidad.
En cuanto a la organización, un diez. Se nota que llevamos muchos años programando y organizando actividades para unos buenos cientos de personas. Se nota en el resultado y en las caras de muchas compañeras cuando ya casi estamos terminando: satisfacción y cansancio se unen cuando nos vamos despidiendo para volver a nuestros pueblos.
Hay mucho, mucho trabajo detrás de estos encuentros anuales. Y hay también mucha profesionalidad y muchos sentimientos. Más allá de la oportunidad que cada encuentro nos proporciona de conocer a un nuevo escritor o escritora y su obra, promocionar la lectura, contribuir al desarrollo cultural y la libertad de pensamiento que conlleva, a nosotros -l@s bibliotecari@s, nos permite estrechar lazos entre compañeros, sentirnos cómplices y "amigos" en muchos casos. Una "comunidad" dentro de esta sociedad nuestra un tanto "desorientada" de hoy en día, y que quizás -sólo quizás- podría recordarnos a la que rodeaba a las hijas de Emilio Arenas en aquel Nueva York no tan lejano...
Seguiremos trabajando, seguiremos informando, seguiremos agradeciendo lo que aprendemos, y compartiéndolo. Y procuraremos no olvidar a los compañeros a los que les llega el turno de descansar. Mari Carmen de Villaminaya: un abrazo.