Tradición Taurina de Villaseca de la Sagra
La tradición taurina de Villaseca de la Sagra nació en los últimos años del siglo XVI. De hecho está documentado en el estudio de Rafael Cabrera Bonet donde se señala que la Real Vacada Brava de Aranjuez del Rey Carlos III vendió sus reses bravas para la localidad de Villaseca de la Sagra el 14 de Agosto de 1739. Así mismo hemos de destacar las corridas de rejoneo celebradas en los año 1728 y 1729 en la que participaron los rejoneadores Luis Camargo y Miguel de la Canal y los matadores de a pie José Rodriguez de Mora y Juan González, pioneros de esa legión de toreros que ha dado la tierra de Toledo para gloria del toreo.
Pero fueron los encierros de reses bravas los que siempre adquirieron mayor protagonismo entre los festejos populares de Villaseca de la Sagra y los que aglutinan a mayor número de corredores de la taurina comarca de la Sagra y venidos de otros lugares fieles a los encierros de esta localidad.
Es en los últimos años cuando el auge alcanzado hace brillar en todo su esplendor esta tradición centenaria de Villaseca, tiene lugar la celebración de su feria taurina con el ya consolidado Certamen de Novilladas con picadores Alfarero de Oro, en el que cada año se dan cita los mejores novilleros del escalafón junto con prestigiosas ganaderías del bravo, que hacen que por méritos propios en los últimos años, el Alfarero de Oro sea un escaparate a nivel nacional e internacional.
Siguiendo con su labor de promoción y fomento de la Fiesta de los Toros, esta localidad con el objeto de dar una oportunidad a los jóvenes que se inician en el mundo taurino ha creado el certamen de novilladas sin picadores, el Alfarero de Plata, sin olvidar que Villaseca de la Sagra fue el primer pueblo de Castilla-La Mancha en declarar la Fiesta de los Toros como Bien de Interés Cultural que junto con la celebración de sus prestigiosas Jornadas Taurinas para la divulgación y fomento de la cultura taurómaca, por las que desfilan toda clase de personajes y personalidades del planeta de los toros, para disfrute y orgullo de los vecinos y aficionados de Villaseca y su comarca.
Por todo ello, Villaseca de la Sagra se ha convertido, a nivel taurómaco, en un referente nacional.